Protección contra sobrecargas:Absorbe la energía del impacto cuando objetos extraños (por ejemplo, restos de metal) ingresan a la cámara de trituración, comprimiéndolos para permitir la separación temporal de los conos móviles y fijos, evitando daños al eje principal, engranajes y revestimientos.
Amortiguación de vibraciones:Reducir las vibraciones de alta frecuencia generadas durante el aplastamiento, minimizar el ruido y prolongar la vida útil de los cojinetes y otros componentes de precisión.
Fuerza de reinicio:Después de una sobrecarga, proporcionar fuerza de restauración para devolver el anillo de ajuste o el cono móvil a su posición original, asegurando que se mantenga el espacio de aplastamiento.
Aplicación de precarga:Mantener una presión constante sobre el anillo de ajuste para evitar que se afloje, asegurando un funcionamiento estable bajo cargas de material variables.
Bobina de resorteEl cuerpo principal, fabricado con alambre de acero para resortes con alto contenido de carbono (p. ej., 60Si₂MnA o 50CrVA), tiene un diámetro de entre 20 mm y 80 mm. La bobina presenta una estructura helicoidal uniforme con un número específico de espiras activas (normalmente de 5 a 15) y espiras terminales (1 o 2) para un asentamiento estable.
Caras finales:Los extremos de la bobina superior e inferior, que pueden ser rectificados hasta quedar planos (para resortes de extremos paralelos) o cuadrados (para extremos no rectificados), garantizando la perpendicularidad al eje del resorte y una distribución uniforme de la carga.
Diámetro del resorte:Incluye diámetro exterior (DE, 150–500 mm) y diámetro interior (DI), con un paso (distancia entre bobinas adyacentes) de 20–100 mm para permitir una carrera de compresión suficiente (normalmente entre el 10 y el 30 % de la longitud libre).
Funciones de gancho o conexión (opcional):Para resortes más pequeños, se pueden formar ganchos en los extremos para sujetarlos al anillo de ajuste o a la base, aunque la mayoría de los resortes trituradores grandes usan extremos planos para contacto directo.
Recubrimiento de superficies:Una capa protectora como recubrimiento de zinc, revestimiento epoxi o inmersión en aceite para resistir la corrosión, especialmente en entornos mineros húmedos o polvorientos.
Selección y preparación de materiales:
Se selecciona alambre de acero para resortes con alto contenido de carbono (60Si₂MnA) por su excelente límite elástico (≥1200 MPa) y resistencia a la fatiga. El alambre se inspecciona para detectar defectos superficiales (rayaduras, grietas) y se endereza para garantizar un diámetro uniforme (tolerancia ±0,1 mm).
Enrollado:
El alambre se introduce en una máquina bobinadora de resortes CNC, que lo dobla en forma helicoidal mediante mandriles y rodillos de precisión. La máquina controla:
Paso:Asegurar un espaciado uniforme entre bobinas (tolerancia ±0,5 mm).
Diámetro:Mantener el diámetro exterior dentro de ±1 mm del valor de diseño.
Número de bobinas:Conteo preciso de bobinas activas y finales para cumplir con la especificación de longitud libre (tolerancia ±2 mm).
Tratamiento térmico:
Temple y revenidoEl resorte helicoidal se calienta a 850–880 °C en un horno, manteniéndolo a esta temperatura durante 30–60 minutos, y luego se enfría en aceite para lograr una estructura martensítica. Posteriormente, se templa a 420–480 °C durante 1–2 horas para reducir su fragilidad, lo que resulta en una dureza de HRC 45–50 y una resistencia a la tracción de 1600–1900 MPa.
Este proceso fija las propiedades elásticas del resorte, garantizando que pueda soportar compresión repetida sin deformación permanente.
Finalizar el procesamiento:
Las bobinas de los extremos se rectifican hasta quedar planas mediante una rectificadora de superficies para lograr paralelismo (≤0,1 mm/m) y perpendicularidad al eje del resorte (≤0,5°), lo que garantiza un asentamiento estable en el marco superior y la base.
El desbarbado elimina los bordes afilados de los extremos rectificados para evitar la concentración de tensión y daños en las superficies de contacto.
Selección y combinación de primavera:
Los resortes se clasifican por longitud libre y rigidez para garantizar una distribución uniforme de la carga. Los resortes con una variación de rigidez del 5% se descartan para evitar cargas desiguales.
Instalación de la placa de montaje:
Para colocar los resortes, se utilizan placas de montaje superior e inferior (de acero o hierro fundido) con orificios que coinciden con el diámetro exterior del resorte. Cada resorte se inserta en su orificio y se fija con anillos de retención para evitar el movimiento lateral.
Configuración de precarga:
El conjunto se comprime hasta la precarga especificada (usando una prensa hidráulica) y se bloquea en su lugar con calzas, lo que garantiza que cada resorte soporte la misma carga (medida a través de celdas de carga con una tolerancia de ±2%).
Pruebas de materiales:
El análisis de la composición química (espectrometría) confirma que el acero para resortes cumple con los estándares (por ejemplo, 60Si2MnA: C 0,56–0,64 %, Si 1,50–2,00 %, Mn 0,60–0,90 %).
Las pruebas de tracción en muestras de alambre miden la resistencia máxima a la tracción (≥1600 MPa) y el alargamiento (≥6%).
Comprobaciones de precisión dimensional:
Una máquina de medición de coordenadas (CMM) inspecciona el diámetro de la bobina, el paso, la longitud libre y la planitud del extremo, lo que garantiza el cumplimiento de las tolerancias de diseño.
Un probador de resortes mide la tasa (fuerza por mm de compresión) para verificar que esté dentro del rango especificado (±5%).
Pruebas de propiedades mecánicas:
La prueba de dureza (Rockwell) garantiza que el resorte tenga una dureza de HRC 45-50; la dureza del núcleo se verifica mediante un perfil de microdureza para confirmar un tratamiento térmico uniforme.
Las pruebas de fatiga someten el resorte a 10⁶ ciclos de compresión (del 10% al 70% de la deflexión máxima) sin permitir grietas ni deformaciones permanentes.
Ensayos no destructivos (END):
La prueba de partículas magnéticas (MPT) detecta grietas superficiales en las bobinas, especialmente en las curvas de las bobinas (puntos de concentración de tensión), y cualquier grieta de 0,2 mm de longitud da como resultado el rechazo.
La prueba ultrasónica (UT) inspecciona el cable para detectar defectos internos (por ejemplo, inclusiones) que podrían reducir la vida útil por fatiga.
Prueba de resistencia a la corrosión:
La prueba de niebla salina (ASTM B117) durante 48 horas evalúa resortes galvanizados o pintados, sin permitir óxido rojo en superficies críticas.